Hay algo casi indescriptible en la calidez de la música acústica. Los tonos redondos, la pureza musical y la resonancia generada por los instrumentos acústicos atraen al oyente al círculo interior de la experiencia musical.
El bajo acústico proporciona la base sobre la que todos los demás instrumentos acústicos construyen su armonía. Un tono fuerte y sostenido, pero rico en su capacidad de mezcla, es la definición pura de un bajo acústico.